Homo sapiens en Europa hace 46.000 años.

Esta semana hemos conocido una importante noticia gracias a dos nuevos trabajos que han sido publicados en Nature y Nature Ecology & Evolution. Se trata de la confirmación de lo que ya se intuía gracias a la cultura material del Paleolítico superior inicial de Europa: Homo sapiens alcanzó el continente europeo hace unos 46.000 años. La cueva de Bacho Kiro, en Bulgaria, presenta una amplia secuencia arqueológica que abarca toda la transición del Paleolítico medio al superior, y que se completa ahora con la aparición de restos humanos de Homo sapiens. Durante las excavaciones del año 2015 fueron recuperados un diente (molar), susceptible de ser catalogado a Homo sapiens, junto a una serie de fragmentos de huesos que por sí mismos no eran concluyentes ni clarificadores como para ser adscritos a una especie humana en concreto; sin embargo se pudo analizar el ADN conservado en el diente por un lado, y se estudiaron las secuencias de las proteínas conservadas en los huesos, por otro. Ambos resultados determinaron que los restos, que pertenecieron a unas cuatro o cinco personas, constituyen la manifestación más antigua de la presencia de Homo sapiens en Europa.

Los restos humanos estaban asociados a herramientas líticas que tipológicamente se adscriben al Paleolítico superior inicial; los útiles fueron realizados con sílex recogido a unos 180 kilómetros de distancia del yacimiento; además, aparecieron junto a una amplia gama de restos de fauna, destacando herramientas de hueso y dientes de oso perforados que fueron presumiblemente utilizados para hacer colgantes.  Curiosamente, los colgantes de diente de oso y las herramientas de hueso presentan un gran parecido con el material recuperado en la Grotte du Renne, en Francia, que fue elaborado varios milenios después por los neandertales, circunstancia que podría reforzar la hipótesis de la convivencia de ambas poblaciones y el proceso de aculturación.

Material litico de Bacho Kiro- materia prima recogida a 180 kilómetros de distancia del yacimiento. Foto © Tsenka Tsanova.


Las industrias de transición del paleolítico medio al superior se desarrollaron dentro del marco geológico conocido como MIS 3 (59-24 ka bP), que fue un período en el que el frío más intenso del MIS 4 remitiría entrando en una fase de climatología algo más favorable, con el consecuente deshielo, que favorecería posiblemente los desplazamientos de seres humanos, con todo lo que ello conlleva. En este contexto, a la hora de estudiar o analizar la expansión de Homo sapiens por el mundo, el capítulo que más debate generaba era el momento de la llegada al continente europeo, ya que éste se encontraba poblado por otra especie humana muy similar a nivel tecnológico, social  y organizativo, los neandertales. En este contexto, aparecen una serie de complejos tecnológicos que conocemos como de transición del Paleolítico medio al superior; hasta ahora tan sólo el Chatelperroniense presentaba una asociación clara con restos humanos, en este caso de neandertales. La asociación de restos neandertales con este complejo cultural distinto al que había dominado durante el Paleolítico medio en Europa (el musteriense) se trató de explicar por la entrada en contacto con los humanos anatómicamente modernos, a partir de la cual se habría producido un proceso de aculturación. El problema que presentaba este modelo es que los restos más antiguos de Homo sapiens en el continente estaban en Rumanía (Pestera cu Oase) y databan de hace unos 40.000 años, por lo que no había una horquilla temporal lo suficientemente amplia como para soportar esta hipótesis.  Los nuevos hallazgos de Bacho Kiro podrían respaldar esta hipótesis del contacto y de los procesos de aculturación de las poblaciones neandertales, que estaban entrando en la "última fase de su historia". 



Comparación del material de Bacho Kiro (asociado a Homo sapiens) con el de la Grotte du Renne (asociado a neandertales). © Rosen Spasov and Geoff Smith.


Este hallazgo añade un pieza importante al puzzle del Paleolítico superior incial europeo, no obstante quedan dudas por resolver que esperemos se vayan despejando en los próximos años. He tratado de ilustrar la complejidad del tema que estamos tratando con un pequeño mapa que muestra algunas localizaciones de este período, así como la diversidad de complejos tecnológicos de los que todavía descocemos su autor, ya que tan sólo Bacho Kiro y Grotte du Renne nos dan datos claros al respecto.


Mapa David Sánchez (@prehistorialdia) sobre base de Google Imágenes.


Fuentes:











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