Podemos suponer que las personas que vivieron en el Paleolítico tendrían una tradición de enseñanza de conocimientos y experiencias que se transmitirían de generación en generación de forma oral o de forma presencial practicando las actividades susceptibles de ser aprendidas. No obstante, pocas veces el registro arqueológico puede encontrar evidencias directas cuya interpretación nos acerque a la idea de la existencia de un espacio especifico para la actividad de práctica y enseñanza de una tarea concreta.
lustración Sergio Toppi |
Recientemente se ha publicado un trabajo en Journal of Lithic Technology que analiza unos conjuntos líticos del complejo cultural Achelo-Yabrudense de la Cueva de Quesem, en Israel, datados en unos 300.000 años de antigüedad.
El análisis de los conjuntos se centra en demostrar una variabilidad de la tipología dentro de las distintas zonas de la cueva, posiblemente relacionadas con la organización del espacio por actividades.
Se concluye en el trabajo que los conjuntos hallados en el área sur de la cueva presentan unas características únicas y diferentes a las del resto del yacimiento. Parece que las marcas de uso parecen sugerir un foco de atención y práctica de las primeras etapas del proceso de producción y menos énfasis en la producción de cuchillas y el acabado de las piezas.
Los autores comentan que una explicación plausible para estas características distintivas es que podrían reflejar fenómenos tales como el aprendizaje, la práctica y entrenamiento de la talla de piedra en sus fases primarias.
Núcleos del área sur de la cueva, Ella Assaf, Ran Barkai & Avi Gopher |
El análisis traceológico de estas herramientas de la parte sur de la cueva se examinaron con detalle en otro trabajo publicado en Quaternary International, demostrando que el conjunto del área sur tiene algunas características distinguibles en comparación con los conjuntos líticos de otras áreas de la cueva. Estas características permiten sugerir que se reflejan diversos niveles de habilidades de talla lítica en los conjuntos líticos de la cueva, probablemente haciendo una distinción entre talladores expertos y habilidosos de otros que están en proceso de aprendizaje.
Estas evidencias de lugares destinados a la práctica de la talla no se tratan de las únicas pruebas de la existencia de estas "escuelas" en el Paleolítico. ¿Cómo los arqueólogos tratan de encontrar evidencias de lugares destinados a la práctica de la talla lítica en los yacimientos paleolíticos?
La respuesta es tratando de identificar en los conjuntos recuperados pruebas o signos de la falta de habilidad y conocimientos técnicos durante el proceso de producción.
La respuesta es tratando de identificar en los conjuntos recuperados pruebas o signos de la falta de habilidad y conocimientos técnicos durante el proceso de producción.
A partir del análisis de estos errores típicos en la producción de herramientas de piedra, en el yacimiento del Paleolítico medio de Maastricht-Belvédère, Holanda, se ha identificado una zona (localización K) en la que los materiales hallados podrían ser el resultado de unos talladores neandertales en proceso de aprendizaje, seguramente niños
Otras evidencias de lugares y materiales trabajados por talladores inexpertos, seguramente niños, han sido identificados en la Grotte du Renne, o en el yacimiento chatelperroniense de Roc-de-Combe (estrato 8) donde se encontraron unos núcleos de material de mala calidad y muy pequeños que se trabajaron de forma no sistemática; la mayoría de estos nódulos habrían sido inmediatamente rechazados por un tallador experimentado, y solo personas sin experiencia habrían transportado y manipulado estos núcleos, seguramente niños.
En los yacimientos neandertales del valle del Lozoya se ha encontrado una zona cerca de la Cueva de la Buena Pinta en la que aparecen lascas y núcleos diminutos que, según Marina Mosquera, podría tratarse de material desechado por los talladores y que pudo servir a los niños para practicar.
Otras evidencias menos directas pero igualmente interesantes son las huellas de niños del pleistoceno medio africano halladas en un contexto de producción de herramientas y despiece de un hipopótamo, probablemente observando como los adultos llevaban a cabo estas tareas.
Hay mas evidencias, algunas discutibles, de lugares donde han aparecido materiales utilizados por niños o talladores inexpertos; no es de extrañar, ya que como comentaba al inicio del post los cazadores recolectores del paleolítico deberían tener una estructura social en la que era de vital importancia la transmisión de los conocimientos o la enseñanza de tareas básicas para la vida cotidiana y la supervivencia del grupo.
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