En el registro arqueológico asociado a los neandertales han aparecido varias evidencias del uso de pigmentos minerales. En el yacimiento de Pech-de-L’Aze, Francia, se han documentado más de 500 fragmentos de dióxido de manganeso que pudieron ser utilizados como pigmentos minerales para decoración corporal.
Familia Neandertal Wood, R (2004)
De los fragmentos recuperados en Pech -de-LÁze muchos de ellos habían sido trabajados para darle una forma alargada y estrecha, a modo de "lápices", forma ideal para decorar o "dibujar" seguramente sobre la piel.
Otros fragmentos sin embargo no habían sido modificados y presentaban marcas de abrasión, lo que ha llevado a pensar a los investigadores que los neandertales debieron utilizarlos para otra finalidad, en esta caso para iniciar el fuego de forma más rápida. Junto a estos bloques con marcas de abrasión también aparecieron piedras que podrían haber sido utilizadas para el raspado y erosión de los bloques para conseguir la reducción del bloque a polvo.
El trabajo publicado en Nature en 2016 explicaba que los neandertales solían hacer fuego y en caso de haber necesitado pigmento negro para decoración corporal podrían haber utilizado el carbón y el hollín, o bien otros minerales disponibles en la región y con los que se obtienen pigmentos negros de igual calidad.
Sin embargo, el óxido de manganeso tiene unas propiedades que no poseen el resto de materias primas con las que se generan pigmentos negros: el óxido de manganeso reducido a polvo reduce la temperatura de combustión de la madera al tiempo que aumenta la velocidad de combustión del carbón vegetal, lo que lo convierte en un componente interesante que facilita encender el fuego. Por esta razón rechazaron materias primas minerales cercanas al yacimiento y recorrieron largas distancias para seleccionar estos bloques.
Los investigadores hicieron un experimento en el que trituraron trozos de manganeso para producir polvo que agregaron a una pila de madera; al rociar el polvo sobre la pila de madera la temperatura que necesitó alcanzar ésta para iniciar la combustión fue de 250 grados, mientras que la madera no tratada con el polvo de manganeso necesitó 350 grados para arder.
Esto significa que los neandertales utilizaban la química para iniciar los incendios; es sorprendente la capacidad de observación y conocimiento del medio y las materias primas que tenían los cazadores-recolectores del paleolítico.
Dadas las habilidades de los neandertales en la talla lítica, es fácil suponer que pudieron hacer fuego generando chispas de pedernal y utilizando yesca de virutas de madera u otra clase combinada quizás con este polvo de manganeso para que se generara el fuego más rápido. Alucinante.
Al margen de esta hipótesis sobre la utilización del dióxido de manganeso para producir fuego, son varias las evidencias que tenemos en el registro arqueológico que nos inducen a pensar que los neandertales utilizaban pigmentos minerales para decorar su cuerpo.
En el yacmiento de Maastrich-Belvédere, Holanda, durante el pleistoceno medio las poblaciones del continente europeo utilizaron ocre rojo; junto a herramientas musterienses y restos de fauna se hallaron fragmentos de óxido de hierro o pigmento de ocre (hematita) que habían sido molidos y mezclados con agua.
En el pleistoceno superior tenemos algunas evidencias del uso de pigmentos entre los neandertales:
- En la cueva de Scladina, en Bélgica, se hallaron junto a herramientas típicas de Paleolítico medio y restos de fauna, 51 fragmentos de pigmentos de color negro identificados como rocas de limolita, que presumiblemente fueron utilizados como decoración corporal.
- En la Cueva de los Aviones, Murcia, junto a unas conchas perforadas, se hallaron también concentraciones de pigmento rojo y amarillo, constituidos por natrojarosita, un mineral de hierro, y que pueden haber sido usados para la pintura corporal. En esta misma cueva apareció una concha del molusco Spondylus gaederopus, que no estaba perforada y que fue usada como contenedor de una “receta” elaborada a base de mezclar una masa pigmentosa rojiza de lepidocrocita con partículas molidas de hematites y pirita, las cuáles tienen un efecto brillante, lo que parece indicar que su mezcla intencionada con la masa pigmentosa tenía como finalidad buscar un efecto cosmético.
- En Roc-de- Combe, Le Basté y Bidart, yacimientos Chatelperronienses, también han aparecido numerosas piezas de pigmentos que corresponden a una gran variedad de rocas ricas en hierro y óxido de manganeso rojo y negro, algunas con marcas de percusión y signos de molienda.
Desde luego es muy interante como a partir de una materia prima, en este caso el óxido de manganeso, se podrían buscar dos utilidades distintas: acelerador del fuego y pigmento mineral para la decoración corporal.
No dejan de sorprender las personas que vivieron en el paleolítico.
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