En una charla en el AAAS, reunión anual de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia, titulada Constructing a Standard Stone Tool and Human Niche, la ivestigadora de la Universidad de Columbia británica, Mimi Lam, ha propuesto una nueva hipótesis sobre la función de los bifaces. Según la investigadora, los bifaces pudieron haber sido objeto de comercio entre los grupos humanos gracias a su durabilidad, utilidad y estandarización del diseño., y haber servido como seña de distinción social para los demás. La investigadora distingue tres fases en el tiempo para la construcción de los bifaces: una primera fase en la que el bifaz se contextualiza como elemento práctico multifuncional, una segunda fase en la que la producción del bifaz estaba estandarizada y configurada para convertirse en objeto de intercambio de productos básicos en las redes sociales y asumir un significado simbólico, y una tercera fase en la que se convierte en un símbolo de poder cultural y objeto de intercambio como regalos entre distintos clanes.
La verdad es que me parece una hipótesis arriesgada, pero interesante al mismo tiempo; ha recibido algunas críticas porque la explicación sólo es concebible dentro de una sociedad con una economía de mercado, y difícil de extrapolar a las sociedades de cazadores-recolectores del paleolítico. Julien Riel Salvatore critica la tendencia a considerar la cuestión de la estandarización del diseño de los bifaces como una verdad establecida, cuando en su opinión es cuestionable. En mi modesta opinión, de ser cierta esta hipótesis, o al menos si consideramos que los fabricantes de bifaces del pleistoceno inferior y/o medio interactuaban entre distintos clanes, tal circunstancia se debería apreciar en la velocidad de la difusión del achelense, para lo cual he elaborado unos mapas.
A mi lo que se me ha venido a la mente, y llevo dándole vueltas varios días, es que de ser cierta esta hipótesis, el registro arqueológico tendría mucho que decir al respecto; me refiero a que el escenario que plantea la investigadora invita a echar un vistazo a la velocidad de la difusión de la cultura achelense en distintas fases; se supone que de existir estos contactos intergrupales, la velocidad de difusión debió ser más rápida que si no hubieran existido estos contactos, al menos en mi modesta opinión. La investigadora propone unas fechas para estos supuestos intercambios entre los 700.000 y 250.000 años, fechas en la que la cultura achelense parece que se extiende muy rápidamente, especialmente por el continente europeo, se supone que debido a una migración de Homo Heidelbergensis, que además parece que ya tendría la capacidad de comunicarse mediante un lenguaje, lo que sin duda facilitaría estos contactos culturales y/o comerciales entre grupos.
La velocidad de la difusión de la cultura achelense a partir de estas fechas se puede ver en este mapa de yacimientos achelenses-musterienses para la franja temporal propuesta (vamos a fijarnos sólo en los achelenses-heidelbergensis):
Se supone que esta representación podría corresponder a una tercera migración, quizás segunda, de unas gentes que portan la tecnología achelense y que colonizan el continente europeo reemplazando a las poblaciones preexistentes, y que podría tener su origen en una expansión bien desde el continente africano o bien desde el continente asiático, como parecen sugerir las similitudes físicas de fósiles del pleistoceno europeo con algunos fósiles del pleistoceno asiático (parece que las poblaciones reemplazadas, Homo Antecessor, podrían tener un antepasado común asiático con los heidelbergensis que evolucionarán hacia los nendertales).
Pero para analizar cómo tuvo lugar la difusión del achelense anterior a esta etapa, es decir en un período comprendido desde su origen hasta los 700.000 años he elaborado unos mapas a partir de la base de datos de Fossilized.org, que podrían corresponder a dos migraciones distintas, o quizás sólo una; me he decido por diferenciar la difusión por separado del achelense desde su origen hace 1,7 millones de años hasta yacimientos con 1 millón de años de antigüedad, y por otro lado yacimientos entre 1 millón y 700.000 años de antigüedad, como posibles migraciones que precederían a la última migración achelense que alcanzaría una difusión más rápida por Europa. Los mapas representan la difusión de la cultura achelense en su conjunto, no necesariamente se encuentran bifaces en todos los yacimientos representados en los mapas.
Mapa elaborado por David Sánchez
Ahora el mapa desglosado con los puntos rojos (1,7-1,0 millones de años): Están numerados de mayor a menor antigüedad, siendo el número 1 la evidencia más antigua del achelennse encontrada, y así sucesivamente.
Mapa elaborado por David Sánchez
De esta primera fase de expansión se puede apreciar que es relativamente rápida, y sorprende la presencia de achelensde en Ubeidiya en fechas tan antiguas, lo que sugiere una rápida expansión, que sin embargo parece no seguir adelante, atendiendo al gran lapso de tiempo hasta la aparición de nuevos bifaces en el Próximo oriente. Esta expansión se limita al este de África, con dos focos de expansión, uno hacia el sur del continente y otro hacia el Próximo Oriente.
El segundo mapa es el que abarca desde 1 millón hasta los 700.000 años; en este caso lo he representado con círculos azules, y he mantenido el orden de antigüedad,de tal forma que el número 12 es el más antiguo de este lapso de tiempo, a la vez que mantiene esa posición en el marco general de la antigüedad del achelense.
12. Buia,Eritrea 1 millón de años
13. La Boella, 1 millón de años
14. Thomas Quarries, 989.000 años
15. Olorgesaille,Kenya, 983.000 años.
16. Olduvai, Tanzania, 975.000 años
17. Isampur, India, 915.000 años
18. Makuyuni, Tanzania, 900.000 años
19. Evron Quarry, Israel, 890.000 años
20. Estrecho del Quípar, Cueva Negra, 885.000 años
21. Cuenca del Bose- Fengshudao, China, 803.000 años
22. Saldanha, 800.000 años
23. Melka Kontoure, 790.000 años
24. Solana del Zamborino, , 760.000 años
25. Attirampakkam India, 750.000 años
26. Isenya , Ethiopia, 750.000 años
27. Gesher Benot Yaakov, Israel, 700.000 años
En este segundo mapa podemos destacar como la mayor concentración se vuelve a dar en el este de África,pero esta vez la velocidad de propagación y su alcance es mayor; se proyecta hasta el sur de África, otra ruta hacia el norte representada en Marruecos, que podría tener a su vez su proyección hacia la península ibérica, y otra ruta hacia el Próximo oriente que se irradia hasta la India y llega hasta China. En una franja temporal menor que el anterior mapa, hay un aumento del alcance y velocidad de difusión.
Después habría que analizar el primer mapa, el que representaba los yacimientos europeos del plesitoceno medio, donde vuelve a aumentar la velocidad de propagación y el área a la que se proyecta, en este caso Europa. La duda es donde está el origen de esta última "migración achelense".
En base a este análisis subjetivo y personal, mi conclusión es que es arriesgado (aunque no imposible) hablar de la utilizacion del bifaz como objeto de cambio, pero de lo que no hay duda es que a medida que pasa el tiempo, la difusión del achelense es cada vez más rápida, y esto debe tener una clara vinculación a contactos entre grupos,que van intercambiando conocimientos y difundiendo una determinada cultura al entrar en contacto con otros que van encontrando a su paso; de ahí la proyección de la cultura hacia distintas áreas geográficas.
Fuentes:
Me parece un lujo de artículo, David. Me encantan los mapas en particular. Muy buen trabajo!
ResponderEliminarAquí se ven dos expansiones a partir de África Oriental: (1) c.1,6-1,5 Ma. hacia Sudáfrica y Palestina y (2) c. 900 Ka. más generalizada a toda Eurasia (y África de nuevo). Ésta última probablemente supone la expansión de H. ergaster/antecessor, que más tarde daría lugar al neandertal (y a nuestra especie en África).
Hola Maju, gracias!!
ResponderEliminarLa verdad es que tenía algunas dudas sobre la franja temporal que quería representar; al final me decidí por las que he representado en los mapas siguiendo la base de datos de Fossilized.
La duda me venía por el yacimiento de Attirampakkam, India, el número 24 del segundo mapa; es porque se llegó a plantear que este achelense pudiera tener más de un millón de años de antigüedad.
De aceptar que tiene más de un millón de años de antigüedad, otra hipótesis podría haber sido situar este yacimiento en el primer mapa, con punto rojo, y probablemente también el de Bose, China, fruto de la continuación de la expansión desde la India. El problema seguía siendo la falta de continuidad desde Palestina hasta la India para fechas tan antiguas.
Así que finalmente me decidí por situarlo fruto de una segunda expansión; pero todo está abierto a distintas interpretaciones.
Ahora ha salido un trabajo que plantea que Homo Antecessor pudo estar en proceso de extinción hace unos 800.000 años, y que la aparición del achelense europeo alrededor de los 600.000 años se debe a un reemplazo de poblaciones. Más o menos lo que ya se suponía.
Lo del achelense como moneda de cambio, no me parece muy creíble, dado el contexto en el que estamos hablando, no obstante la difusión sí parece asociada a transmisión de conocimientos entre grupos, en mi opinión.
Un saludo!!
Me sumo a las felicitaciones sobre la nota.
ResponderEliminarUn comentario al vuelo.
¿Estamos seguros de que no deja de haber bifaces en ningún momento y lugar del Achelense? Porque yo dudo mucho, que se pueda afirmar eso con seguridad.
Y si no estamos ante un único fenómeno universal, habría que plantearse en primer lugar que estamos ante un tipo de útil que lo que sucede es que aparece recurrentemente en las sociedades de esos homínidos.
Y eso es igual de interesante, porque sugiere que cumple una/s función/es estructural/es, pero no de manera única y necesaria, sino que puede ser sustituído por otros objetos (aunque en el largo plazo vuelve a aparecer).
Y en la linea de Julien: ¿Estamos seguros de que siempre son lo mismo (el mismo instrumento para el mismo tipo de uso), y que se integran en un proceso lineal de "perfeccionamiento"? (simetría)? Porque, al igual que él, yo tampoco lo tengo nada claro.
Y, eso, una vez más apuntaría a que estamos ante un fenómemo plural, que aunque tenga un nivel estructural (la presencia ¿contínua o puntuada? de bifaces a lo largo de tantos y tantos milenios)
Recordar para terminar que uno de los problemas endémicos del Achelense es la focalización de la investigación en algo tan decimonónico cómo es un "fosil director", mientras que las propias industrias en su conjunto(i.e. cientos o miles de lascas) aunque ahora ya si se estudian (al menos de pasada), apenas si pasan a formar parte de las reflexiones que llevan a estos modelos teóricos más generales, como el de Mimi.
Hola Millán, gracias, me alegra que te haya gustado el post!!
ResponderEliminar¿Estamos seguros de que no deja de haber bifaces en ningún momento y lugar del Achelense?
Los mapas los he elaborado según la base de datos de fossilized; yo tenía entendido que la denominación de achelense, normalmente se le da cuando aparecen bifaces (el fósil director al que te referías) y que paralelamente a este achelense hay otras industrias sin bifaces contemporáneas. Creo que todos los yacimientos representados tienen bifaces; me entra la duda de Ubeidiya, yacimiento en el que Bar Yosef dijo que aparecen representadas industrias modo 2, pero no se si con bifaces o sin ellos.
“…estamos ante un tipo de útil que lo que sucede es que aparece recurrentemente en las sociedades de esos homínidos. ..Y eso es igual de interesante…”
Es interesante; pero el hecho de que sea reemplazado y posteriormente en el tiempo se vuelva a “producir”, que sea recurrente, debe obedecer a una tradición o quizás a un significado “especial” que pudiera tener este útil; porque si es reemplazado por otros útiles y siempre “vuelve” deber ser por algo, bien por continuos contactos entre distintos grupos o culturas o bien porque esta herramienta tiene un significado añadido al funcional, en mi opinión.
Y en este sentido creo que parte de la hipótesis de Mimi puede tener sentido; no comparto el hecho de hablar de moneda, pero sí quizás que se dieran intercambios puntuales que con el paso de los años –(cientos, miles)- terminan por difundir por distintos lugares esta cultura achelense o los bifaces.
Y quizás la crítica de Julien Riel Salvatore, y que compartes, (y que debido a vuestros conocimientos técnicos no me cabe duda de que seguro que tenéis razón)…quizás sea precisamente la prueba de esos contactos. Me explico; lo lógico es que no sean siempre iguales los bifaces, quizás se dan intercambios, o aculturación, y el pueblo receptor intenta imitar la fabricación del útil pero la técnica no es igual, etc…y el resultado es similar pero no idéntico. Y así sucesivamente, de tal forma que cada vez se van produciendo distintas variedades de una herramienta que en un principio tenía una forma determinada.
Lo que no me parece posible es que se reinvente una y otra vez un útil con una determinada forma-función, en distintos lugares y por distinta gente sin ningún contacto entre sí; sería mucha casualidad.
Un saludo!!
Enhorabuena por el blog.
ResponderEliminarEs un artículo original y sugerente, como mucho de lo que escriben en algunos ámbitos de USA, pero se merienda todos los estudios de traceología y tecnología que se han publicado en relación con el Achelense europeo (por ejemplo las UTF de Boëda, o la tesis Emile Claude). Si asumimos este tipo de construcciones, ¿que haríamos con el Solutrense? en mi opinión, merece mucho más la pena vuestro trabajo que el de esta investigadora.
Hola Javier, muchas gracias por comentar y por los ánimos!! Es un placer que hayas comentado aquí.
ResponderEliminarLa verdad es que todos los arqueólogos habéis rechazado las conclusiones de esta investigadora, desde vuestra experiencia en el trabajo de campo y las cercanía a la técnicas de talla.
Desde luego, esta unanimidad en la cautela de la aceptación de esta propuesta desde los profesionales, es indicativo de que la hipótesis no ha sido suficientemente meditada o avalada con unos argumentos firmes.
A mi personalmente lo que me parece interesante es el análisis de la difusión de cualquier cultura, en este caso la achelense, como resultado de contactos entre distintos grupos que intercambian conocimientos; por supuesto que en esos contactos seguramente se darían intercambios de objetos, puede que bifaces; no obstante el considerar que estamos ante relaciones comerciales bien definidas con objetos que tienen un valor determinado dentro de un marco de “negociación” me parece fuera de lugar a mi también; en consonancia con otras críticas al artículo, en mi opinión esta idea es sólo concebible dentro de una economía de mercado, y no se puede extrapolar a las sociedades de cazadores-recolectores del paleolítico.
Pero el “fondo” de la idea, si lo despojamos de este “desliz”, a mi me parece interesante por lo que comentaba de la relación que debe tener la velocidad de difusión de una cultura determinada con contactos entre grupos que intercambia conocimientos.
Un saludo!!
Actualizacón con las nuevas dataciones 803 ka bp de los bifaces de la Cuenca del Bose, China.
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