Enfermedades de los Homínidos de Atapuerca y las características de los Neandertales de El Sidrón.

Esta semana hemos conocido dos noticias relacionadas con la salud de los homínidos que habitaron la Sierra de Atapuerca y con las líneas de investigación que siguen los científicos con los neandertales de El Sidrón.

Científicos del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH) de Burgos han presentado en el XX Congreso de la Sociedad de Paleoantropología de EE.UU. un estudio sobre enfermedades que sufrían los homínidos hallados en Atapuerca.

La responsable del Grupo de Antropología Dental del CENIEH, María Martinón Torres, y la investigadora Laura Martín Francés han sido las encargadas de presentar el estudio en este congreso, considerado el mayor foro internacional de discusión y difusión de la paleoantropología.

Según han informado fuentes del CENIEH, las dos investigadoras, junto a Ana Gracia-Téllez de la UCM-ISCIII y la Universidad de Alcalá de Henares (Madrid), han presentado tres comunicaciones sobre el modo de vida de las poblaciones halladas en Atapuerca, su nivel de estrés, su sufrimiento o la existencia de apoyo entre congéneres que garanticen la supervivencia.

Sus conclusiones se basan en diversos métodos de investigación que incluyen sofisticadas y novedosas técnicas de imagen de muy alta resolución, como la microtomografía axial computerizada y el microscopio electrónico.

Sus trabajos versan sobre las severas patologías mandibulares y dentales del homínido hallado en la Sima del Elefante, uno de los yacimientos de Atapuerca que, con 1,2 millones de años de antigüedad, representa el homínido más antiguo de toda Europa.

En él, las investigadoras han diagnosticado hipercementosis, un tipo de engrosamiento de la raíz del diente generalmente relacionado con infecciones dentales y con hábitos masticatorios muy severos. 

Estos trabajos incluyen el análisis de algunas de las patologías mandíbulo-dentarias de los homínidos de la Sima de los Huesos, el yacimiento con restos humanos del Pleistoceno Medio que más fósiles ha proporcionado en todo el mundo para este periodo.

Las investigadoras del CENIEH también han presentado el análisis de unas marcas de desgaste en el cuello de los dientes atribuidas al uso de objetos duros y punzantes al modo de palillos, generalmente en individuos con gingivitis y enfermedad periodontal.

Por otro lado, los restos fósiles de neandertal encontrados en el yacimiento de El Sidrón (Asturias) están ayudando a conocer con más profundidad algo más de la población de esta especie de Homo que se asentó en la cornisa cantábrica hace aproximadamente 50.000 años. Estudios de Paleohistología del Museo Nacional de Ciencias Naturales, del CSIC, han determinado que hubo neandertales que sufrieron episodios de estrés fisiológico en su destete. 

Antonio Rosas, profesor de investigación del Departamento de Paleobiología del museo, presentó hoy en León las líneas de investigación que su grupo lleva a cabo con los restos encontrados en El Sidrón.

Rosas acudió hoy a la segunda sesión programada en el marco del III Ciclo de Charlas-Coloquio Los retos de la Ciencia para el siglo XXI que coorganizan la Fundación General de la Universidad de León y de la Empresa y la Fundación Hullera Vasco-Leonesa bajo el título de Atapuerca y la memoria del hombre. Las ponencias, cuya primera sesión la semana pasada contó con la presencia del codirector del yacimiento de Atapuerca (Burgos) José María Bermúdez de Castro, tuvieron lugar en el Museo de León.

El investigador del CSIC indicó a DiCYT que los trabajos científicos se realizan con "la colección de fósiles neandertales procedentes de El Sidrón, con el que se pretende avanzar en diferentes aspectos". Las líneas de trabajo basculan desde el estudio cronológico de los restos, el estudio anatómico, la distribución geográfica al estudio genético incluido en el Proyecto Genoma Neandertal. Para Antonio Rosas, las líneas de investigación más atractivas son las de Paleohistología ("el estudio del crecimiento y desarrollo de estos neandertales") y la Paleoneurología ("lo que podemos conocer del cerebro de los neandertales").

En el primer caso, recientes investigaciones del instituto del Consejo han mostrado que los neandertales que se refugiaban en El Sidrón padecieron problemas derivados del destete, con episodios de estrés fisiológico que quedaron registrados en sus dentaduras. "Creemos que se produjo un cambio de dieta brusco, con una alimentación cercana ya a la de un adulto", indica el científico. No es fácil, señala Rosas, conocer las causas de la asunción de una dieta tan fuerte para estos niños neandertales. "Nos preguntamos por qué se veían expuestos a estos procesos", indica.

Estos episodios "no ocurren en las poblaciones humanas actuales de zonas industrializadas, pero sí pueden verse aún en algunas poblaciones en zonas menos ricas", resalta Antonio Rosas. En todo caso, estos cambios fuertes en la dieta en edades tan tempranas se han podido conocer porque dejaron rastros en individuos adultos, por lo que, al menos en estos casos, no les ocasionó la muerte. "Sabemos que superaron los episodios, pero no sí hubo otros que no lo hicieron". Las pistas de estos cambios fisiológicos están en sus dientes, a partir de "líneas de hipoplasia", explica el experto.

La otra línea incipiente de investigación que el museo lleva a cabo en su estudio de los fósiles de El Sidrón es paleoneurológica. A través de estos estudios, se ha podido conocer que el cerebro de los neandertales era asimétrico, "más que el ser humano actual". Esto significa, para Rosas, "que la compartimentación del cerebro presenta unas características propias". El estudio de los restos neandertales permite saber algo de la organización de estos cerebros y de algunas de sus funciones, como, por ejemplo, que la lateralidad estaba más marcada.

La lateralidad define la preferencia de los seres humanos por una parte de su cuerpo. La mayoría de los Homo sapiens son diestros, pero este porcentaje se incrementaba entre los Homo neanderthalensis. Saber que la destreza manual no reporta "respuestas concluyentes" sobre sus comportamientos, sino anatómicas, precisa Antonio Rosas. Por lo tanto, aún no se puede conocer qué suponía para estas poblaciones usar con mayor habilidad una de sus partes del cuerpo y no hacerlo, por lo tanto, con la otra. La lateralidad ha sido observada por estudios de flujo de salida en el cerebro en los restos fósiles encontrados en El Sidrón. 

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