BAR 1000´00 Orrorin Tugenensis



La siguiente especie perteneciente a los homínidos con datación más antigua es Orrorin Tugenensis, hallada en la actual Kenia en diciembre de 2000 y datado hace 6 millones de años.
 
Situadas en la región central de Kenia, las Colinas Tugen están constituidas por bloques caídos en los fondos del Valle Grande del Rift Gregory.
 
Orrorin tugenensis fue nombrado  sobre la base de los fósiles descubiertos en la Formación Lukeino, cerca del Lago Baringo, en Kenia occidental ( Senut et al. 2001 ). 
 
 

Los restos fragmentarios incluyen porciones de los huesos del muslo y el brazo, la mandíbula inferior y dientes. Fueron descubiertos por una expedición dirigida por Brigitte Senut y Martin Pickford del national d'Histoire Naturelle Muséum en el año 2000. 


 Ya desde su descubrimiento, Martin Pickford y Brigitte Senut propusieron que Orrorin se trataba de un ser bípedo tras un análisis preliminar del fémur. Pero muchos de sus colegas cuestionaron estas observaciones. Tres años después del hallazgo original, en 2003, el paleoantropólogo Brian Richmond, de la Universidad de George Washington, y su colega William Junkers, recibieron permiso del Gobierno de Kenia para volver a examinar el controvertido fósil de Orrorin.
 
Tras medir cada detalle del fémur, los investigadores compararon su morfología con una base de datos de más de 300 ejemplares del mismo hueso de grandes simios, homínidos y Homo sapiens modernos. 
 

El análisis no dejó lugar a dudas: la estructura ósea de 'Orrorin' le permitía caminar erguido, según los autores de la investigación. Además, la investigación ha comprobado que 'Orrorin' era muy similar a la rama de los australopithecus, que surgieron hace cuatro millones de años, y que durante la mayor parte de la evolución humana el mecanismo fisiológico del bipedismo ha variado muy poco. 
 
El fémur de O. Tugenensis difiere del de simos y Homo y es más parecido a los de Australopithecus y Paranthropus, indicando que O. Tugenensis era un bípedo pero no más parecido a los Homo que a los Australopithecus”.


La morfología del fémur indica que O. Tugenensis compartía características biomecánicas de la cadera con los australopitecos, lo que sugiere que este complejo evolucionó más temprano en la evolución humana y que persistió por al menos 4 millones de años hasta que aparecieron las primeras modificaciones con los primeros Homo.

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