Nerja podría esconder la clave sobre la desaparición de los neandertales y su posible convivencia con los sapiens.
La Cueva de Nerja (Málaga) fue uno de los últimos puntos del sur de Europa en el que se refugiaron los neandertales, por lo que los investigadores consideran que esta gruta esconde la clave de la desaparición de dicha especie y su posible coexistencia con los cromañones.
La cueva es objeto desde hace dos años de un proyecto interdisciplinar de investigación aplicada a su conservación, que aúna geología, biología y arqueología y que permitirá, entre otras cuestiones, estudiar la extinción del Homo Neanderthalensis y la posibilidad de que éste conviviera con el Homo Sapiens Sapiens.
El gerente de la Fundación Cueva de Nerja, Ángel Ramírez, ha explicado a Efe que las excavaciones realizadas han logrado "indicios o evidencias" de que los neandertales y los cromañones coexistieron en la gruta.
"Actualmente, se están realizando pruebas de datación cronológica y se está clasificando el material extraído, que puede aportar información fundamental al conocimiento prehistórico", ha señalado Ramírez.
El gerente ha remarcado que, al margen del atractivo turístico que supone este monumento natural, nunca se ha dejado de trabajar en el aspecto científico, y ha destacado que "la cavidad puede dar muchas respuestas sobre los primeros pobladores de la Costa del Sol".
Desde hace casi 25 años se trabaja en el interior de la cueva y ya se ha conseguido bajar la cota arqueológica, además de consolidar los perfiles para tener un mejor conocimiento de los diferentes estratos.
La confirmación hace tres temporadas del hallazgo de útiles del Hombre de Neandertal en el interior de la Cueva de Nerja ha abierto un campo insospechado para el análisis de la extinción de esta especie en el planeta, porque incluso se analiza ahora la convivencia de los propios neandertales con cromañones –que precisamente son nuestros antepasados prehistóricos–. Hasta se baraja que unos y otros librasen una feroz batalla por recintos comunes como la cavidad nerjeña.
Uno de los coordinadores del proyecto es José Luis Sanchidrián, profesor de Prehistoria de la Universidad de Córdoba, quien ha afirmado que la Cueva de Nerja es "única en el mundo" por la cantidad y la calidad del material que encierra, "puesto que estuvo habitada desde hace unos 40.000 años hasta hace sólo 3.000".
"Este lugar es fundamental para conocer las razones de la desaparición del Hombre de Neandertal y determinar si fue posible el cruce con la especie de los cromañones", ha insistido Sanchidrián.
"La imagen que se ha transmitido de los neandertales es equivocada, ya que ahora podrían convivir entre nosotros, y lo cierto es que no se puede hablar de fracaso de una especie que ha habitado tantos miles de años el planeta, ya que nosotros llevamos menos tiempo y no sabemos si seremos más longevos", ha añadido.
La principal finalidad de este proyecto es la conservación de la gruta y por ello, tras el estudio de los yacimientos, éstos se van a rellenar con una grava especial en las salas de La Torca, La Mina y Vestíbulo, con el objetivo de consolidar el terreno y evitar derrumbes en caso de lluvias o filtraciones.
Además, en el ámbito geológico, se pretende conseguir un modelo de gestión para todas las cuevas visitables, y en materia de conservación la aplicación novedosa de un sistema por que se introduciría un gen en la secuencia del ADN de los hongos que dan origen al conocido como mal verde, para su autodestrucción natural.
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Apenas mide tres centímetros de largo, pero ha supuesto todo un hito en la historia de las investigaciones en la Cueva de Nerja, uno de los yacimientos arqueológicos más importantes y desconocidos del sur de Europa. Se trata de una raedera, un trozo de piedra de sílex de hace unos 35.000 años, que los hombres de Neandertal debían usar como herramienta multiusos de trabajo, ya fuera para cortar la carne o trocear la leña.
«Era algo así como una navaja multiusos de las de hoy en día», apuntó ayer a este periódico el conservador de la Cueva de Nerja, Antonio Garrido, quien reconoció que el hallazgo de esta pieza, junto a otra veintena que podrían ser de la misma etapa, abre la puerta a la resolución de una de las grandes cuestiones que esconde en sus entrañas la enorme cavidad nerjeña, si los neandertales realmente habitaron esta gruta antes de su extinción, acontencida en torno al año 30.000 antes de nuestra era.
«Todo apunta a que sí, a que los últimos ejemplares de esta especie debieron refugiarse en la franja que discurre desde Gibraltar hasta Nerja, en cuevas como las del Peñón, El Bajondillo en Torremolinos o la de Rincón de la Victoria», continuó este especialista, quien recordó que esta pieza forma parte del inventario de casi un millón de objetos, entre restos de cerámicas, huesos, conchas, espinas y herramientas, que conforman el catálogo en cuya clasificación está trabajando en estos momentos el equipo de investigación de la Cueva de Nerja, dirigido por el profesor de Prehistoria de la Universidad de Córdoba, José Luis Sanchidrián.
Una selección de estas piezas, alrededor de 250, se exhibirán a partir de la próxima primavera en el nuevo Museo de la Historia de Nerja que se está terminando de construir y equipar en el centro de la localidad del Balcón de Europa, tras una inversión superior a los cinco millones de euros, impulsado por la Fundación.
«Única en el mundo»
«Esta cueva es única en el mundo por la cantidad y la calidad del material que encierra, pues estuvo habitada desde hace unos 40.000 años hasta hace solo 3.000», dijo Sanchidrián. «Es fundamental para conocer las razones de la desaparición de los neandertales y determinar si fue posible el cruce con la especie de los cromañones, porque la imagen que se ha transmitido de ellos es equivocada, ya que ahora podrían convivir entre nosotros, y lo cierto es que no se puede hablar de fracaso de una especie que ha habitado tantos miles de años el planeta, ya que nosotros llevamos menos tiempo y no sabemos si seremos más longevos», dijo.
Por otro lado, el instituto de investigación de la Cueva acaba de ser distinguido con un accésit por su plan de difusión del patrimonio natural.
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